Reto mayúsculo

Mañana Domingo, a las 17:00 la Arandina recibirá a la SD Almazán, en El Montecillo. Será una nueva edición de un clásico de la categoría entre dos equipos cuya relación ha sido bastante buena durante muchas temporadas, pero se ha visto enturbiada durante este verano. En el Almazán ha escocido y parece que mucho, que la Arandina fichara al que fue su entrenador la temporada pasada y junto a él, a los jugadores Bruju, Zazu, Óscar Vázquez, Roberto Simón y Lobera. Una pena porque ese "rencor" ha tenido su reflejo en la negativa de los sorianos a modificar el orden de los partidos para que el césped de El Montecillo se recupere tras la instalación del nuevo riego automático. Están en su derecho, pero no parece una decisión acertada. Veremos cómo responde el césped, pero es probable que su estado perjudique al juego de los dos equipos (a los que les gusta tener el balón), que la inversión realizada para mejorar el estado del terreno de juego tenga el efecto contrario a las primeras de cambio o incluso, que algún jugador pueda lesionarse. 

No obstante, la afición Arandina sigue apreciando y mucho al Almazán. A pesar de algún atraco sufrido en La Arboleda y de haber dado cabida en su seno a personas non gratas para la parroquia blanquiazul como Luís de Miguel o Diego de Miguel, en Aranda no se olvida que en la última jornada de la temporada 2013-2014, una victoria del Almazán, que no se jugaba nada en Bembibre, daba la salvación a una Arandina que a partir de esa temporada pasó a ser un equipo puntero de Tercera División e incluso, ha tenido varios pasos por Segunda B. Un descenso aquella tarde, hubiera cambiado radicalmente la historia de la Arandina así que durante 50 años, deberemos una al Almazán.

Volviendo al presente, ambos conjuntos llegan al duelo con necesidad. La Arandina porque debe ganar todos los puntos en su feudo si aún quiere aspirar a la primera plaza. El Almazán porque su inicio de competición no ha sido el esperado y la clasificación comienza a apretar. El conjunto adnamantino visita Aranda en 17ª posición, sólo tres puntos por encima del descenso. Una situación similar a la que vivieron el año pasado cuando se vieron obligados a cambiar de entrenador y acabaron firmando la mejor temporada de su historia. No debería extrañarnos que este año, veamos una evolución al alza similar. La plantilla del Almazán tiene mimbres para estar entre los primeros 10 clasificados del grupo y hasta el momento, las sensaciones están siendo mejores que los resultados. Es cierto que no ganan desde la jornada 2, cuando un gol de Culebras en el descuento les daba los tres puntos frente al Burgos Promesas, pero no lo es menos que han merecido mucho más en varios de sus encuentros. A domicilio han empatado contra el Numancia B, el Astorga o La Virgen del Camino, en un claro aviso a navegantes. Además, le han puesto las cosas muy complicadas a equipos como el Salmantino, que acabó haciéndoles 3 tras una polémica expulsión en un partido que iba camino del 0-0, Real Ávila, que no pudo pasar del empate o Unionistas, al que una acción de estrategia le dio los tres puntos.

El proyecto deportivo

Tras la salida de Diego Rojas, el Almazán cedió el timón de la nave a Fran Valero, un técnico madrileño que las últimas dos temporadas cumplió con el difícil mandato de mantener al Sporting Uxama en Tercera División y que anteriormente había formado parte del stage técnico de la cantera del Numancia. El reto que se le presenta es mayúsculo: igualar la mejor temporada de la historia del Alamazán (5º clasificado).

A pesar de la transformación de la plantilla, el nuevo míster mantiene la esencia de la campaña pasada en cuanto a filosofía de juego se refiere. Sigue queriendo el balón porque tenía jugadores para ello y además, ha sabido incorporar piezas muy válidas para ese planteamiento.

Suele optar por un 1-4-1-4-1 con una defensa en la que Culebras es el auténtico líder. En el centro del campo, Jesu y el ex- de la Arandina, Plaza, destacan por dentro mientras Cascante y Madrigal buscan la verticalidad por banda. Por último, en ataque buscan la fuerza de Pascual, un delantero corpulento que puede hacer daño con su potencia.

A pesar de las muchas bajas, el Almazán consiguió retener a varias piezas claves. Así continúan en La Arboleda: 

Los guardametas: Andreas, que con 33 partidos fue el sexto menos goleado del grupo la pasada campaña y el canterano Javi Márquez.

A los defensas; Gonzalo de Miguel, ex de la Arandina con la que subió a Segunda B haciendo dos goles en el playoff;  Culebras, veterano central con más de 50 partidos en Primera y al que la Arandina estuvo a punto de firmar este verano; Anto, jugador de 24 años criado en la cantera del Numancia con amplia experiencia y playoffs a Segunda B disputados con Tarazona y Teruel y Víctor Márquez, que durante mucho tiempo fue uno de los mejores centrales del Grupo VIII pero para el que los años no pasan en balde.

Los centrocampistas: Jesu, un veterano soriano de 34 años y experiencia en Segunda B con Conquense y Mirandés que cumple su sexta temporada en Almazán y las promesas Elvira, Lapeña y Losilla. Tres futbolistas con pasado en el División de Honor Juvenil y el Tercera División del Numancia.

Los delanteros: Santacruz, un jugador joven que también tiene pasado en la cantera rojilla y que llegó la temporada pasada desde el Abéjar de la provincial soriana y Diego Antón, ex jugador de la Arandina en Segunda B que por desgracia, jamás ha llegado al nivel que se esperaba de él.

En el apartado de fichajes, varios futbolistas muy interesantes y con cualidades para mantener el estilo de juego.

La portería se ha reforzado con: Diego de Miguel, un buen portero que llegó a debutar en primera con el Numancia, que tenía cualidades para haber logrado algo más en el mundo del fútbol pero al que frenaron los problemas en el pubis. Cosas del karma. Cuando en un Numancia B - Arandina, te diriges a los aficionados blanquiazules en los términos "chupadme la polla hijos de puta" y una temporada más tarde en El Montecillo, haces peinetas a la grada, el fútbol te acaba pasando factura. 

En defensa han llegado el internacional canadiense Sub 20 Andrew, procedente del Ourense  y el central Ruby, procedente del Salmantino y que llegó a disputar un playoff a Segunda B con el Villaralbo.

Para la medular han atado a dos jóvenes jugadores de banda muy verticales, desequilibrantes y con buen uno contra uno: Cascante y Madrigal. Ambos provienen del Numancia B aunque el segundo, ha tenido un breve paso por el Izarra en el comienzo de esta campaña. Además, el Almazán ha logrado firmar a Alberto Plaza, un medio centro de mucho trabajo y gran capacidad física que debería haber continuado en la Arandina.

Por último en ataque, han llegado dos delanteros centros: Pascual y Pablo Sanz. Pascual es un guineano corpulento, que aprovecha bien los espacios y que sabe caer a la espalda de los laterales. Llega a Almazán tras desarrollar su carrera en la zona de Cataluña y Aragón. Pablo es un soriano de 20 años que en Abril llegó a debutar con el Numancia en Liga 1,2,3 frente al Elche.

Un equipo muy  completo, con capacidad para estar en la zona media alta pero que llegará con mucha presión a El Montecillo. La Arandina deberá manejar este aspecto y hacer de él una ventaja. Deseamos lo mejor al Almazán, pero a partir del siguiente encuentro y hasta que nos volvamos a ver.

Once del Almazán en el último partido (Foto: Twitter Almazán)

Aspecto que presentaba el césped de El Montecillo el pasado Jueves
(Foto: Radio Aranda)