El análisis
Con el susto en el cuerpo unos, con resignación otros y de mala leche los que no ven nada bueno en sus vidas (de estos cada vez hay más en El Montecillo). Estas fueron las sensaciones imperantes a la salida del municipal. Y es que, si bien la derrota no parecía una opción a tenor de lo visto, un nuevo empate a nada flotó en el ambiente.
Un Real Burgos juntito, aplicado en defensa y casi sin fisuras en el último cuarto de campo, siguió el guión que tan buen resultado había dado a Bupolsa, Cebrereña o Almazán. En la tercera de hoy en día, hay vídeos y los equipos de esta liga ya se saben los mandamientos cuando se trata de enfrentarse a la Arandina:
1- No concedas la zona central del ataque, cede las bandas y que centren tanto como quieran. La Arandina puede hacer mucho daño tirando paredes o rompiendo desde atrás en velocidad, pero es inoperante en el remate de los centros laterales. Da igual que ganen línea de fondo 20 veces en un partido, que la pongan por arriba o por abajo. Juegan sin referencia y estando bien posicionados en área pequeña, no van a rematarnos. Sus delanteros juegan tirados a banda y el que hace las labores de 9, es un medio centro.
2- Que sus centrocampistas reciban de espaldas para que sean horizontales y si en alguna ocasión ganan velocidad en la circulación o rompen una línea, falta rápida y a colocarnos. Mientras no haya tarjetas, barra libre. Si el verde, cada vez menos verde y eso que no ha llegado el frío, ayuda con un bote irregular, mejor que mejor.
3- El tiempo corre a nuestro favor. Tienen la obligación de ganar y no la van a colgar porque nos llevamos todas por arriba. No confían en buscar la segunda jugada, así que a esperar juntitos y a ver si en un mal pase podemos salir como cohetes y tener la nuestra.
4- Despliegue físico total. Da el 120% hasta que aguante la gasolina y a partir de ahí, a rezar. Fallan mucho. Eso sí, cuando la recuperemos, mientras haya fuerzas, no la regalemos. Suelen estar desposicionados por su movilidad en ataque, eso deja espacios y carecen de capacidad de recuperación en el centro del campo. Son todos jugadores de perfil creativo.
Con estos simples argumentos, los equipos de la zona media-baja están mostrando unas carencias que conjuntos de mayor nivel, que plantearon encuentros de tú a tú, no habían evidenciado. Los efectos de esta receta son reconocibles por el aficionado blanquiazul. Tanto que minimizan las muchas cosas que el equipo sigue haciendo bien. Pérdidas en la salida de balón que ponen nerviosa a la grada, pases hacia atrás, jugadores conduciendo demasiados metros o andando mientras esperan movimientos que no llegan o espacios que no aparecen y cuando no queda otra cosa que arriesgar, pérdidas con muchos metros para que el rival avance y ganas de hacer las cosas rápido que terminan con descoordinación entre pase y movimiento del receptor. En definitiva, jugadores cada vez más nerviosos y atenazados por la responsabilidad. Sólo hay que ver cómo celebraron el gol los futbolistas. Se habían quitado una losa de 100 kilos,o mejor dicho, de 350 minutos sin marcar en jugada.
Por fortuna, la pelota quiso entrar. Volvió a ser tarde para los méritos realizados, pero al menos, lo hizo. En Burgos o Cebreros no y eso que se hicieron tantos méritos o más. En Bembibre, Salamanca o en El Montecillo frente a Astorga y Almazán, las ocasiones marradas habían penalizado al equipo en forma de puntos. Así que habrá que resignarse a alegrarse con que entre a la quinta si ello sirve para mantener la distancia con el playoff y acercarnos dos puntos al liderato.
Por fortuna, la pelota quiso entrar. Volvió a ser tarde para los méritos realizados, pero al menos, lo hizo. En Burgos o Cebreros no y eso que se hicieron tantos méritos o más. En Bembibre, Salamanca o en El Montecillo frente a Astorga y Almazán, las ocasiones marradas habían penalizado al equipo en forma de puntos. Así que habrá que resignarse a alegrarse con que entre a la quinta si ello sirve para mantener la distancia con el playoff y acercarnos dos puntos al liderato.
Este fue el punto más relevante a la hora de analizar los aspectos positivos del partido. Si quisiéramos apuntar otros, deberíamos destacar el buen rendimiento de los los centrales, que estuvieron a gran nivel defensivo incluso frente a jugadores que venían con la ventaja que concede una carrera de muchos metros; la superioridad física frente a un rival que contaba con auténticos atletas; los minutos del juvenil Miranda y de Raúl Calvo, que pese a salir al final, dejaron dos destellos que dieron origen a los goles y por último, la constatación de que Fernando Rubio va a ser un referente en la media punta en cuanto haya un medio centro específico que cuente con la confianza de Rojas. Tiene calidad, golpeo de media distancia y sabe llegar a posiciones de remate. Por desgracia, juega demasiado atrás.
La crónica
Los trolles no están solo en las redes sociales. Los hay en el mundo real y muchos habitan en El Montecillo. Sólo así se explica que en poco más de cinco minutos y con el equipo controlando por completo el partido, hubiera algunos pitos por una imprecisión. Es cierto que ayer todos acabamos mostrando nuestro descontento en algún punto del partido, sobre todo a medida que el reloj avanzaba. Consecuencias de los nervios que provocaba ver cómo el playoff se ponía muy cuesta arriba y de la acumulación de errores de algún futbolista. Sin embargo, una cosa es cabrearse en el minuto 75, cuando las cosas no salen o no compartes un cambio y otra bien distinta venir de casa con ganas de gresca. Lamentable.
Así es como una Arandina que salió bien al campo, dominando por completo a su rival y dando sensación de peligro en sus internadas por banda, se fue metiendo en una dinámica negativa de pérdida de confianza, que le llevó a encadenar errores incomprensibles en el pase y la circulación. Los fallos propagaban el malestar por una grada que parecía ajena a ser el origen del problema y ante las muestras de descontento, el equipo ahondaba en su inseguridad. Un círculo vicioso.
A pesar de que las circunstancias dieron algo de vida al rival, lo cierto es que la Arandina se hizo acreedora de la victoria a los puntos en la primera mitad. Mediavilla, muy solvente, sólo tuvo que intervenir en un par de ocasiones sin excesiva dificultad. Pana por su parte, tuvo que emplearse a fondo con un tiro desde fuera del Área de Fernando Rubio y poco después, vio como el mismo jugador remataba al palo tras una rápida combinación en la frontal. Entre medias, las habituales entradas desbordando por banda de Lucho y Ruba que se van de sus rivales como si fueran niños de dos cursos menos, pero nunca acaban encontrando rematador.
Tras el paso por vestuarios, todos en El Montecillo esperaban una salida fulgurante de los ribereños que disipara las dudas de un plumazo, pero un par de errores en el centro del campo, volvieron a sembrar la duda entre los futbolistas. La Arandina comenzó a mostrar una ansiedad excesiva y sus imprecisiones se multiplicaron. El equipo se partió en exceso y el encuentro se convirtió en un correcalles. El rival no acababa de generar peligro gracias al buen hacer de los centrales y un par de faltas bien hechas en acciones tras pérdidas peligrosas, pero la Arandina disparaba con balas de fogueo. Ni un tiro cruzado de Ruba, ni Lucho, con un cabezazo y una mala definición tras contraataque, parecieron hacer suficientes méritos para marcar gol. Si que fue más serio el intento de Lobera que a punto estuvo de hacer un golazo con un disparo lejano. Pana voló hacia la escuadra para sacar un gol que ya se cantaba en la grada. Fue la antesala del gol.
Había que buscar soluciones y Diego Rojas hizo un doble cambio. La alternativa volvía a ser cerrar con tres y tener dos carrileros. Prácticamente en la primera jugada, llegaba el 1-0. Vuelta a la defensa de cuatro y casi de cinco cuando el rival tenía el balón, puesto que Óscar Vázquez se incrustaba entre los centrales con frecuencia. Un tiro potente pero muy desviado de Máquina fue la única acción de peligro visitante y en el descuento, Zazu ponía la tranquilidad en la grada batiendo a Pana en su salida, tras una buena acción iniciada por el canterano Íñigo.
Tres puntos más, portería a cero y a pensar en Becerril donde no encajar, será vital para sumar.
Ficha técnica
Arandina (2): Mediavilla, Lobera, Luque, Piña, Pablo, Fernando Rubio (Óscar Vázquez min.76), Ruba (Raúl Calvo min.76), Lucho, Khalifa, Zazu y Roberto Simón (Miranda min.89).
Real Burgos (0): Pana, Boris, Kenyi, Mota, Junyent, Carolo, Rebollo (Máquina min.69), Taborda (Nicacio Gómez min.87) , Rubén Gómez (Manrique min.59), Juli y Tepa Solís.
Árbitro: Gámez Illera (Burgos). Amarillas a Luque, Pablo, Ruba y Khalifa por la Arandina y Mota, Rebollo y Taborda por parte visitante.
Goles: 1-0 Roberto Simón min,78 ; 2-0 Zazu min. 90.
El Montecillo, 700 espectadores
Luque se dispone a centrar durante el partido (Foto: Twitter del jugador) |
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